Paraíso inhabitado



A los niños les están quitando la capacidad de imaginar”
Ana Mª Matute


Hablar sobre esta novela nos condujo necesariamente a hablar de la imaginación, de la fantasía y de los niños.
Quedaron algunas lectoras de este club muy impresionadas por el universo de Adriana, la niña protagonista de esta novela y sobre todo por el hecho de que una escritora que ya sobrepasaba los setenta, fuera capaz de recrearlo.
Imposible dejar de buscar paralelismos con nuestra propia experiencia y todos, en algún momento de la lectura reflexionamos sobre nuestra propia infancia haciendo una inmersión en el pasado. Algunas de las lectoras de este grupo ya son abuelas y ponen el ejemplo de sus nietos.
¿Fuimos niños felices?
¿Diseñamos nuestros propios mundos cuando fuimos niños?
¿Tuvimos ese derroche de imaginación y fantasía?
¿Nos sentimos solos e incomprendidos como Adriana?

Tras el repaso de la temática pasamos a ver algo sobre los personajes: el padre, al que algunos compadecían por haber tenido que marcharse, la tía Eduarda y sus ruinas (lástima que la autora no nos llevara a conocerlas, comentaba alguien del grupo), la tata María, Gavrila, Teo, la madre…
Situamos a la novela en el contexto de la segunda república, probablemente en Madrid, pero concluimos que en realidad este contexto era irrelevante para una historia con esquema atemporal: Padres que no se quieren, niña sensible que se siente desgraciada, apoyos externos que se encuentra en la vida ante el infortunio y refugio en un mundo mágico.

Más allá del análisis de la obra surge la eterna pregunta ¿Nos ha gustado o no?
Una vez más, no hay unanimidad en el grupo, ante un grupo mayoritario de entusiastas, surgen las opiniones de los que no han conseguido conectar, entre los que se encuentra la propia coordinadora del grupo, quien confiesa que la historia le ha parecido un tanto ñoña y muy predecible y que esperaba más de una escritora que ha sido Premio Nacional, frente a estas opiniones un aluvión de argumentos que la ensalzan: Un viaje a la sociedad de entonces, un canto a la imaginación, el optimismo de la esperanza, el deleite de recordar…

Comentamos el significado del unicornio y una lectora afirmó que representaba la felicidad y en cuanto a ese paraíso al que se hace alusión en el título, consideramos que hacía referencia  a la infancia y que son los niños los que lo van poblando con seres como los gigantes, el unicornio o ese amigo especial.
Para terminar, se leyeron algunos fragmentos de una entrevista realizada a Ana Mª con motivo de su ingreso en la Real Academia Española de la Lengua y se entregó a cada uno una fotocopia del discurso que pronunció con motivo de este ingreso. Se trata de un discurso en defensa de la fantasía y puede leerse en: http://www.rae.es/sites/default/files/Discurso_Ingreso_Ana_Maria_Matute.pdf

Despedimos la reunión con la entrega del próximo libro: “Almas grises” de Philippe Claudel que será comentado el 17 de noviembre.

Carmen Gómez (Coordinadora)



Comentarios

Entradas populares