Un as en la manga/Annie Proulx



“Todo es como un molino al viento, todo cambia constantemente, todo responde. Otra cosa es hacia donde se dirija el cambio. Por lo menos, una o dos personas pueden levantarse y plantar cara”
El pasado martes, 19 de febrero, tuvo lugar la reunión del club de lectura “Zenobia” para comentar el libro “Un as en la manga” de la reconocida autora norteamericana Annie Proulx.

La autora consiguió magistralmente trasladarnos al panhandle (mango de sartén), una región entre Texas y Oklahoma poblada de pozos de petróleo abandonados, cercas de alambre de espinos, granjas porcinas y poblados de agricultores y ganaderos que intentan conservar sus ranchos heredados.

La mayoría de las lectoras reconoce que al principio les costó conectar con la historia, demasiados personajes con nombre en inglés unido a interminables y detallistas descripciones, pero conforme se iba avanzando en la novela se iba creciendo en interés por saber acerca de las aventuras de esos entrañables personajes: Bob Dollar, el tío Tam o La Von .
A la hora de definir este tipo de literatura aparecieron las siguientes acepciones: Costumbrista, ecologista, intimista, descriptiva, una historia que contiene muchas historias.

Aquellas lectoras que disfrutan las novelas de personajes con carga psicológica, no vieron cubiertas sus expectativas ya que de estos personajes hablan sus hechos más que la propia autora quien se limita a una breve descripción física de cada uno.

Se aludió a las viejos western, era inevitable ya que en estos pueblecitos parecía haberse congelado el tiempo, nada que ver con las modernas ciudades americanas, incluso los mismos personajes lo reconocen cuando Tate contemplando la serie “Sex in the city”(conocida en España como “Sexo en Nueva York) exclama: -No vivimos en el mismo planeta.

Todas coincidimos en que constantemente un mensaje late en la novela: el arraigo a las tradiciones y los valores ecologistas frente a la especulación y el dinero fácil.

Los distintos ciclos históricos van quemando etapas: primero los indios y los búfalos, después los ganaderos y las alambradas, luego los pozos de petróleo y ahora las pestilentes granjas de cerdos industriales. La tierra polvorienta y amarilla sigue persistiendo al igual que los tornados.
El humor es un elemento muy presente en la novela, de hecho algunas de las situaciones descritas son realmente divertidas, estuvimos recordando algunas: La señora a la que le quemaron el pelo en la peluquería con una permanente, cuando Bob se quita los calzoncillos para hacerse un turbante y lo sorprende Ace, cuando la tarántula de La Von salta a la cara de Orlando.

Finalizamos la reunión con la lectura de las reflexiones que Puri escribió en el cuaderno viajero: - Al principio no me gustaba la novela, la autora no profundizaba en los personajes, no los trataba psicológicamente y tantas descripciones e historias me aburrían, pero entonces busqué otra forma de leerla, me di cuenta de que se trataba de un canto a la naturaleza y me dejé llevar.

Finalmente se repartieron los libros que leeremos este mes: “Los pazos de Ulloa” de Emilia Pardo Bazán. Aurora se llevó el cuaderno viajero muy feliz ya que la novela está ambientada en su tierra. Isabel prometió pasarnos la receta del delicioso bizcocho que trajo. Acordamos que la próxima reunión sería el día 19 de marzo.





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